En estos años, el barco de la economía de China está
avanzando contra viento y marea, navegando con seguridad y llegando lejos. Según
las recién celebradas sesiones de la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia
Consultiva Política del Pueblo Chino, China ha cumplido felizmente los principales
objetivos y tareas fijados para el desarrollo económico y social del año 2024. El
PIB llegó a los 134,9 billones de yuanes, lo que equivale a unos 18,53 billones
de dólares con un aumento del 5% y una contribución al crecimiento económico
global en torno al 30%. China sigue siendo el mayor motor del crecimiento
mundial
El desarrollo de alta calidad tiene un futuro brillante.
China ha logrado nuevos avances en la actualización sectorial, y nuevos
industrias, formatos y modelos de negocio brotan de forma acelerada con
incrementos de un 8,9% en el valor agregado de la industria manufacturera de
altas tecnologías y 7,7% en el de la de fabricación de equipos del año pasado.
La producción anual de vehículos de nuevas energías ha
superado la cifra de los 13 millones, y DeepSeek, un modelo extenso de
inteligencia artificial, asombró al mundo. La aplicación de robots humanoides
se aceleró y el prototipo de computación cuántica batió otra vez el récord
mundial.
De cara a 2025, China tiene la confianza en alcanzar su
objetivo previsto de crecimiento económico en torno al 5%. Se ocupará sin
desmayo del desarrollo de alta calidad como la tarea primordial, aplicará
macropolíticas más dinámicas y emprendedoras, y ampliará la demanda interna en
todos los aspectos, cultivando industrias del futuro como las de manufactura
biológica, ciencia y tecnología cuántica, IA incorporada, 6G, etc, impulsando
la acelerada puesta en práctica de las medidas de reforma emblemáticas y
creando amplios espacios incrementales con optimización de estructura, de energías
motrices y de demanda.
La determinación de apertura al exterior de alto nivel es inquebrantable. Frente a los vientos en contra y las olas regresivas que encuentra la
globalización económica, China siempre persiste en la apertura al exterior y
sigue ampliando la apertura concerniente a sistemas, de carácter autónomo y unilateral.
Últimamente, China publicó Plan de Acción para Estabilizar Inversión
Extranjera con 20 medidas planteadas, y el Informe sobre la Labor del
Gobierno también presentó la intensificación de las políticas
estabilizadoras del comercio exterior y el estímulo enérgico de la inversión
foránea, lo que refleja plenamente la sinceridad y el compromiso de potenciar
el desarrollo mundial mediante la apertura y la cooperación.
China se ha convertido en el principal socio comercial de
más de 150 países y regiones del mundo, y la magnitud de su comercio exterior
ha alcanzado una cifra récord, manteniendo durante ocho años consecutivos su posición
de principal país en el comercio de mercancías; además, ha otorgado la exención
unilateral de visados a 38 países y ha extendido la estancia de tránsito sin
visado hasta 240 horas para 54 países. Los canales de entrada y salida son más rápidos
y fluidos. Se ha profundizado la impresión de que China es la primera opción y
la opción imprescindible para la cooperación internacional.
La ola de la globalización es imparable. Frente a los desafíos del unilateralismo y el proteccionismo, China defiende
firmemente el sistema multilateral de comercio con la Organización Mundial del
Comercio como núcleo, fomentando la globalización económica universalmente
beneficiosa e inclusiva, y promoviendo el desarrollo común de todos los países.
Recientemente, EE.UU. impone nuevos aranceles de 10% a los productos chinos exportados a EE.UU. su
pretexto del fentanilo. En realidad, como el país con las políticas antidrogas
más estrictas y exhaustivas del mundo de hoy, China siempre lucha resueltamente
contra el tráfico y la producción de drogas.
Además, con el espíritu humanitario,
China ha proporcionado ayudas a EE.UU. de diversas maneras. El abuso del
fentanilo en EE.UU. es un problema que debe encarar y resolver EE.UU. mismo, el
que no debe devolver el bien con el mal, ni mucho menos imponer arbitrariamente
aranceles a productos chinos.
La guerra comercial y de aranceles no tiene ganador, no
beneficia a ninguna y va en contra de la corriente de la globalización
económica. La cooperación mutuamente beneficiosa es el camino correcto para la
humanidad. Al captar la tendencia de la historia, el presidente Xi Jinping ha
propuesto la construcción conjunta de la comunidad de futuro compartido de la
humanidad, abogando por que los países superen todo tipo de discrepancias y
diferencias para cuidar bien juntos el único planeta habitable para los seres
humanos y construir bien entre todos esta aldea global de futuro compartido.
Actualmente, un creciente número de países se ha sumado a
la construcción de la comunidad de futuro compartido, más de 100 países apoyan
las “Tres Iniciativas Globales” y más de los tres cuartos de los países del
mundo se han incorporado a la gran familia de la construcción conjunta de la
Franja y la Ruta. La historia comprobará que el que tiene presentes los
intereses de todos, será el verdadero ganador.
China siempre será una fuerza constructiva que promueve
el desarrollo común global, continuará expandiendo su apertura de alto nivel,
protegerá el sistema multilateral de libre comercio, y está dispuesta a
compartir las amplias oportunidades de la modernización al estilo chino con
todos los países del mundo, incluidos los de África. Seguiremos abogando por un
mundo de multipolarización igualitaria y ordenada, y por una globalización
económica inclusiva que beneficie a todos.
Impulsaremos la implementación de las Iniciativas de
Desarrollo Global, Seguridad Global y Civilización Global, participaremos
activamente en la reforma y construcción del sistema de gobernanza global, y
contribuiremos a mantener la paz y estabilidad mundial, a defender la justicia
y equidad internacional, y a promover el desarrollo común global.
Wang Wengang, Embajador de la República Popular China en Guinea Ecuatorial